Tratar de aprender un nuevo idioma en la tercera edad es una gran opción para ejercitar la mente y establecer nuevos retos. Vamos a repasar sus beneficios.

Aprender un idioma en la tercera edad

Normalmente se tiene la falsa creencia sobre que aprender un nuevo idioma en la tercera edad es algo demasiado difícil y frustrante para la gente mayor. No obstante, la realidad es que tratar de aprender una nueva lengua es una gran opción para ejercitar la mente y establecer nuevos retos y rutinas en nuestra vida. 

Además, en la tercera edad es el momento en el que se dispone de más tiempo libre y, por lo tanto, podemos ocupar una parte de nuestro día en aprender y estudiar. Puede hacerse a través de aplicaciones digitales, cursos online y/o asistiendo a una academia de idiomas.

¿Qué beneficios nos puede aportar aprender un idioma en la tercera edad? 

1- Aprender un idioma en la tercera edad nos ayuda a mantener la mente activa y favorece al desarrollo cognitivo. 

2- Fortalece la memoria. 

3- Tener que asumir nuevos conceptos estimulará nuestro cerebro y, por lo tanto, lograremos una mayor rapidez cognitiva. 

4- Nos ayuda a socializar, a salir de casa y rodearnos de gente nueva con la que podemos entablar conversación e incluso hacer nuevas amistades. 

5- Nos permite estar ocupados y sentirnos involucrados en algo que nos importa. Nos sentiremos más útiles y realizados. 

6- Por último, aprender un idioma en la tercera edad puede ser la excusa perfecta para realizar un viaje y conocer nuevos lugares. ¡Pocas cosas motivan más que un buen viaje! 

En conclusión, todo aquello que nos suponga un desafío puede ser de gran ayuda para mejorar nuestros días y potenciar la motivación a lo largo de nuestra rutina. Y está claro, aprender siempre es enriquecedor tanto para la mente como para el corazón. 

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