Adaptar la vivienda a las necesidades de las personas mayores es una buena solución para que puedan envejecer en casa y ser lo más autónomos posible.

¿Cómo adaptar la vivienda para personas mayores?

La población tiene cada vez una tasa más alta de envejecimiento, por lo que es normal que las personas mayores prefieran envejecer en casa, arropados por su familia, en lugar de en una residencia. Para muchos resulta un gran reto, ya que a medida que pasa el tiempo, se ven más incapacitados para realizar las tareas de la vida diaria. Por eso, muchas veces la solución es adaptar la vivienda y, así proporcionarles una vida lo más autónoma posible.

Desde Home Server queremos proporcionarte una serie de recomendaciones sobre cómo adaptar una vivienda para personas mayores.

¿No sabes ni por dónde empezar? Sigue leyendo, que te lo contamos.

El baño

El baño es una de las primeras partes de la vivienda que se debe tener en cuenta, ya que es el escenario donde se producen más caídas y resbalones.

La ducha:

En el caso de que se tenga bañera, sustituirla por un plato de ducha que esté a nivel del suelo. Si la persona en cuestión tiene movilidad reducida, también se recomienda instalar una silla para la ducha y barras de apoyo y sujeción.

El suelo:

Es aconsejable instalar baldosas con relieve o láminas de PVC que eviten resbalones cuando el suelo esté mojado. 

El váter:

Instalar barras de sujeción al lado del váter es imprescindible, ya que permitirán que la persona mayor pueda ir al baño sin necesidad de ser asistida. Además, se recomienda no ubicarlo a demasiada altura para que sea de fácil acceso. En los casos de movilidad reducida debe sujetarse en la pared para facilitar al máximo el acceso a una persona con silla de ruedas.

La cocina

La cocina suele estar provista de muchos muebles y objetos que pueden dificultar los movimientos de una persona mayor, por eso es aconsejable ordenarlos y organizarlos teniendo en cuenta las limitaciones físicas de una persona mayor.

Utensilios de uso habitual:

Almacenar los utensilios de uso habitual en lugares accesibles facilitará su manejo y evitará acciones como agacharse, subirse a algún sitio para alcanzarlos, etc., que pueden provocar caídas con más facilidad.

Instalar una vitrocerámica:

La vitrocerámica es el sistema más seguro para cocinar. Es mucho menos probable quemarse con una vitrocerámica que con fogones tradicionales. Además, a las personas que disponen de poca fuerza, les permite desplazar fácilmente las ollas o sartenes sin peligro de que se derramen o les caigan.

El dormitorio

La cama:

Para facilitar el acceso a la cama es recomendable que ésta tenga una altura idónea, es decir, que no sea demasiado baja y permita subir y bajar de ella de la forma más cómoda posible. Incluso puede comprarse una cama articulada de forma mecánica para que sea aún más accesible.

La mesilla de noche:

Una mesilla de noche de fácil acceso es imprescindible para depositar objetos indispensables, como podrían ser un teléfono, una alarma de asistencia o una lamparilla para no tener que moverse demasiado hasta llegar al interruptor general.

Las escaleras

Los escalones pueden resultar un peligro para las personas con movilidad reducida. Por eso, si hay escaleras en el hogar, ya sea una casa o un bloque de pisos, es recomendable instalar una silla salvaescaleras, que permita movilizarse sin necesidad de subir y bajar escalones.

Otra solución podría ser un ascensor, ya que todavía existen viviendas que no disponen de ellos. Ésta es una opción más complicada, ya que requiere muchas obras y, en el caso de vivir en un bloque de pisos, se debe consultar al resto de la comunidad de vecinos.

Medidas generales para la adaptación de una vivienda

Existen una serie de medidas de acondicionamiento general que también se deben tener en cuenta.

Espacios amplios y abiertos:

Para que una vivienda esté adaptada a las necesidades de las personas mayores, debe tener espacios amplios y abiertos, que permitan una fácil movilidad y sin tropiezos.

Es aconsejable deshacerse de muebles que no se usen y comprobar que todos los que permanezcan en la vivienda sean estables para evitar que se vuelquen al apoyarse en ellos.

El suelo:

Todos los suelos de la vivienda deben estar al mismo nivel para evitar tropiezos y facilitar la movilidad. Además, es aconsejable evitar el uso de alfombras, ya que pueden suponer un obstáculo para personas con movilidad reducida.

Muchas veces, aunque la vivienda esté totalmente adaptada, no es suficiente, debido a las incapacidades físicas que sufren algunas personas mayores. Por eso, en Home Server disponemos de un servicio de cuidadoras y empleadas del hogar, que te proporcionarán ayuda en algunas tareas, como por ejemplo, bañar a personas de movilidad reducida, preparar la comida o proporcionar atención en todo lo que una persona mayor pueda necesitar. ¡Contáctanos sin compromiso!

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