¿Qué hacer si la cuidadora habitual se pone enferma?
Contar con una cuidadora en casa es una gran ayuda para muchas familias que tienen a su cargo personas mayores, con dependencia o necesidades especiales. La cuidadora se convierte, con el tiempo, en parte del día a día: conoce las rutinas, genera confianza y aporta estabilidad. Sin embargo, como cualquier otra persona, puede enfermar o tener que ausentarse por motivos personales o de fuerza mayor. ¿Qué hacer entonces?
Cuando esto sucede, lo más importante es mantener la calma y tener un plan para responder con rapidez. La clave está en anticiparse, conocer las opciones disponibles y actuar con organización. En este artículo te ofrecemos una guía práctica para saber cómo actuar si te enfrentas a esta situación.
1. Valora la duración de la ausencia
Lo primero que debes hacer cuando la cuidadora habitual se pone enferma es preguntar, si es posible, cuánto tiempo estará de baja. No es lo mismo una ausencia de uno o dos días que una baja de varias semanas. Esto marcará el tipo de solución que necesitas: un apoyo puntual o una sustitución más prolongada.
2. Activa tu red de apoyo cercana
En situaciones de urgencia, una de las soluciones más inmediatas es contar con familiares, amigos o vecinos que puedan ayudar durante unas horas o un par de días. Esta red de apoyo no siempre puede asumir tareas complejas, pero puede colaborar con la vigilancia, la preparación de comidas o simplemente hacer compañía hasta que se encuentre una alternativa más estable.
Si la persona cuidada requiere atención constante o tiene condiciones médicas delicadas, este recurso puede no ser suficiente, pero sí útil como medida temporal.
3. Contacta con profesionales especializados
Si no tienes a mano una persona que pueda cubrir el cuidado, lo mejor es contactar con una empresa especializada en servicios de asistencia domiciliaria. En Home Server, por ejemplo, contamos con un equipo de cuidadoras preparadas para cubrir sustituciones, ya sea durante unas horas, unos días o periodos más largos.
Y si ya eres cliente de Home Server, no te preocupes, llámanos y nuestro equipo de te ayudara a gestionarlo, cubrimos la asistencia desde el primer día de la baja.
4. Prepara una guía con información clave
Tanto si la sustitución la cubre un familiar como una profesional, disponer de una pequeña guía escrita puede marcar la diferencia. Este documento debería incluir:
- Medicación y horarios
- Rutina diaria (comidas, higiene, paseos, etc.)
- Necesidades especiales
- Gustos y preferencias personales
- Teléfonos de contacto en caso de emergencia
Esto ayudará a que la persona sustituta pueda asumir el cuidado sin dejar fuera aspectos importantes, y evitará errores en momentos delicados.
5. Explica el cambio con sensibilidad
Para la persona cuidada, especialmente si es mayor o tiene algún tipo de deterioro cognitivo, el cambio de cuidadora puede ser confuso o estresante. Es fundamental explicarle lo que está ocurriendo con claridad, cariño y tranquilidad, asegurándole que se trata de una situación temporal y que seguirá estando bien atendido.
6. Aprovecha para revisar tu plan de cuidados
Una situación inesperada como esta también puede ser una oportunidad para reflexionar sobre tu organización actual. ¿Tienes un plan de emergencia preparado? ¿Cuentas con una segunda opción fiable en caso de necesidad? Anticiparse siempre es la mejor forma de evitar crisis mayores.
Si quieres estar preparado ante cualquier imprevisto, en Home Server te ayudamos a diseñar un plan de cuidados a medida y te ofrecemos soluciones rápidas cuando más lo necesitas. Contáctanos sin compromiso.