cuidado de ancianos

¿Qué es la Sarcopenia y cómo prevenirla?

Se conoce como sarcopenia a la enfermedad degenerativa que afecta a la pérdida de masa muscular, por lo tanto, también a la fuerza y la potencia, cosa que lleva a una mayor dependencia funcional. Es una enfermedad que suele asociarse al envejecimiento y a personas sedentarias. 

Las personas que padecen sarcopenia se encuentran con que las actividades habituales de su rutina se convierten en un reto, como por ejemplo, el levantarse del sofá. Además, ésta facilita las caídas y una mayor dependencia.

¿Qué causa la Sarcopenia?

Existen una serie de factores importantes que influyen en el desarrollo de la enfermedad y vamos a exponerlos a continuación:

Los factores genéticos

Es conocido que este tipo de factores tienen una influencia en el desarrollo de la enfermedad. No obstante, siguen sin ser bien conocidos.

Los factores del sistema nervioso central

Al envejecer perdemos de forma progresiva unidades motoras de la médula espinal, y esto provoca atrofia muscular.

Posible déficit hormonal

El déficit hormonal (estrógenos/testosterona) que sufrimos al envejecer tiene un gran impacto sobre los músculos y los huesos, por lo que puede contribuir a la aparición de ésta enfermedad.

 Los factores musculares

El envejecimiento provoca una disminución de la fuerza muscular y una reducción del número de células musculares. 

La pérdida de peso

Cuando el peso disminuye en la gente mayor, aumenta el riesgo de sufrir Sarcopenia, ya que se suele perder más forma de masa muscular que de tejido graso.

Los factores del estilo de vida

Si se lleva una vida sedentaria sin realizar actividad física, hay más posibilidades de acabar sufriendo Sarcopenia. Es esencial comer sano y hacer ejercicio. 

¿Cómo se puede prevenir la Sarcopenia?

Se ha demostrado a partir de varios estudios científicos, que la mejor manera de prevenir esta enfermedad es llevar una dieta saludable y hacer actividad física. ¡Lo esencial es evitar una vida sedentaria! 

  • Ejercicios resistidos de potenciación y fuerza muscular. Llevar a cabo ejercicios con bandas elásticas entre 2 o 3 veces por semana durante 10 semanas, han incrementado masa y potencia muscular en ancianos y adultos (+65).
  • Ejercicios de alta intensidad (el 70-80% de la capacidad máxima).

Realizar este tipo de entrenamientos de fuerza, resistencia y potencia muscular son clave para llevar a cabo las actividades rutinarias, como por ejemplo, el subir y bajar escaleras. 

También es importante señalar, que el ejercicio físico debe ir de la mano de una buena ingesta proteica, puesto que gran parte de la población de la tercera edad suele consumir menos proteínas de las que deberían consumir (0,8 g proteína/kg de peso/día). Es fundamental aumentar la ingesta de calcio y proteínas, como pescado, lácteos, huevos, carne y, en algunas situaciones concretas, incluso mediante suplementos alimenticios.