La vejez es probablemente la etapa de nuestra vida más solitaria, algo para lo que nunca se está preparado. Además, se experimentan distintas carencias y se suele vivir una vida más sedentaria. Tener una mascota en la tercera edad puede ser de gran ayuda ante todas estas situaciones.
A continuación, os expondremos todos los beneficios que esto conlleva:
- Primero de todo, tener una mascota en la tercera edad nos aporta cariño, alegría, diversión y compañía. Sobre todo los perros y los gatos, son animales familiares y se convierten en tu mejor amigo.
- Tener una mascota también es perfecto para sacar el lado más juvenil y juguetón de la gente mayor. Les recuerda que aún sigue dentro suyo.
- Ayudan a estimular la mente de la gente mayor, ya que atraen toda su atención a través de movimientos, juegos y afecto.
- Aportan amor y cuidado, las personas mayores se sienten queridas y protegidas por su mascota. Velan constantemente por su seguridad.
- Al tener una mascota en la tercera edad, aumenta la autoestima y las ganas de socializar.
- Ayuda a reforzar los vínculos entre los miembros del hogar.
- Al tener la responsabilidad de cuidar de su mascota, las personas mayores se sentirán útiles, algo que afecta muy positivamente a la autoestima y la salud mental.
- Sirven de alarma en caso de robo, incendio, alertan cuando suena el teléfono…En definitiva, se convierten en su pequeño ayudante.
¿Qué es mejor tener un perro o un gato?
Es una pregunta muy recurrente cuando se trata el tema de tener una mascota en la tercera edad y la respuesta correcta no existe. Dependerá de los gustos, las capacidades y los hábitos de cada persona. Aun así, vamos a repasar por separado los beneficios de tener un perro y de tener un gato.
Los perros nos ayudan a incentivar el envejecimiento activo, ya que es necesario dar con ellos uno o más paseos diarios, incluso los días de frío y lluvia, no hay excusa. También sirven de gran impulso para la socialización, puesto que suele ser mucho más fácil conocer a gente nueva durante los paseos. Además, tener un perro es una experiencia muy divertida, hacen reír mucho.
Aun así, cabe destacar que un perro lleva mucha más responsabilidad y cuidado que un gato, por lo que se deberá escoger bien la raza. Es muy importante elegir un perro obediente, dócil, sociable y tranquilo.
En cambio, tener un gato es mucho más recomendable para las personas de edad avanzada que sufren problemas de movilidad o alguna discapacidad, puesto que el gato es mucho más independiente y requiere menos obligaciones.
Además… ¿Sabías que el ronroneo de los felinos aporta beneficios al ser humano? Te los explicamos:
- Reduce el dolor, tanto muscular como articular.
- Incrementa la densidad ósea.
- Nos ayuda a bajar las pulsaciones aceleradas.
- La vibración sonora del ronroneo estimula la curación del tejido en lesiones de músculos y tendones.
En conclusión, se escoja un perro o se escoja un gato, una mascota siempre es sinónimo de compañía, amor y amistad.
Si te interesa saber más profundamente acerca de los beneficios que nos aportan los perros en una edad avanzada, no puedes perderte nuestro artículo: "Los perros: grandes aliados en la tercera edad".