Te hablamos sobre el consumo de alcohol en la tercera edad

El consumo de alcohol en la tercera edad

El consumo de alcohol es algo que actualmente está muy normalizado en nuestra sociedad y nuestra cultura. Bebemos a menudo y la edad a la que las personas comenzamos a beber alcohol es cada vez más temprana. Lo tenemos tan integrado hasta tal punto, que es habitual no darnos cuenta de que lo hacemos y cómo nos puede llegar a afectar.

Con el tiempo, y a medida que nos hacemos mayores, es habitual no entender cómo cambia la forma en la que nos afecta al organismo el consumo. 

Causas del consumo de alcohol en la tercera edad

Es importante saber que hay un gran trecho entre la abstinencia y el alcoholismo. De hecho, podemos, sin apenas ser conscientes, ir atravesando ese camino y es esencial vigilar si tomamos más alcohol del que deberíamos para nuestro bienestar. 

Cuando somos adultos, es más difícil encontrar un momento para tomar alcohol, puesto que dedicamos gran parte de nuestro día al trabajo y a los quehaceres. No obstante,a medida que nos jubilamos, contamos con un mayor tiempo libre y son muchas las personas de tercera edad que pasan horas sentadas en un bar. 

Además, también es importante destacar que hay muchas personas mayores que se acostumbran a tomar una copa antes de dormir, para conciliar mejor el sueño. Sobre todo, si están pasando por un momento difícil y/o de duelo. 

Por lo tanto, sin apenas ser conscientes de ello, es fácil que una persona mayor se acostumbre a consumir alcohol a lo largo del día. 

Consecuencias del consumo de alcohol en la tercera edad

Cuando imaginamos una persona mayor consumiendo alcohol, no nos genera una alerta ni ninguna preocupación puesto que asociamos que está bebiendo lo mismo que bebía de joven y está acostumbrada. 

Al igual que, cuando pensamos en problemas derivados del alcohol, únicamente se nos vienen en la cabeza situaciones extremas de alcoholismo. Sin embargo, es esencial darnos cuenta de que no es necesario llegar a una situación extrema para que empiece a preocuparnos. 

Las personas de tercera edad tienen un mayor riesgo de sufrir un deterioro u otras enfermedades debido al alcohol. Puesto que la sensibilidad al alcohol aumenta y la tolerancia disminuye. 

Además, es importante tener en cuenta que el consumo de alcohol puede ser incluso más peligroso si lo juntamos con la medicación que habitualmente suelen tomar las personas de tercera edad.

Riesgos del consumo de alcohol en la tercera edad

Caídas y accidentes

El consumo de alcohol en la tercera edad suele provocar problemas de equilibrio y percepción. Por lo que aumenta el riesgo de caerse y/o lesionarse. 

Problemas médicos

El consumo de alcohol en la tercera edad puede ser la causa de determinadas enfermedades como la gastritis, la hepatitis, miocardiopatías, etc. y también puede favorecer o empeorar otras enfermedades como la anorexia, el cáncer, la demencia…

Accidentes de tráfico

Este riesgo es uno de los más conocidos por todo el mundo. Son muchas las personas que aún conducen y debemos tener claros los riesgos de beber y conducir. ¡Está prohibido! Y todos lo sabemos. Y es que el alcohol favorece a la disminución de la concentración, la capacidad de reacción y la coordinación. 

Relaciones sociales empobrecidas

Aunque asociemos el consumo de alcohol a la diversión y las reuniones entre amigos o familiares, si no tenemos mucho cuidado puede llevarnos al efecto contrario. Un consumo excesivo de alcohol puede llevar a un empobrecimiento de las relaciones sociales. A su vez, esto llevará a un mayor aislamiento, uno de los principales problemas del envejecimiento.

Por lo tanto, es muy importante que el consumo de alcohol en la tercera edad sea moderado y no se convierta en un hábito. 

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